martes, 25 de octubre de 2011

De muñecas y de barro hablamos

©Xaiarts Sarroclown Delagris

“Cada cultura ofrece posibilidades de expresión de la herida que permiten una revisión resiliente o que la impiden“
Boris Cyrulnik

martes, 18 de octubre de 2011

lunes, 10 de octubre de 2011

Sobre la autenticidad y la hipocresía

"Un buen tipo el que va con sus principios por delante". El que va con sus principios por delante y ante todo, le será más difícil vivir bajo el yugo de su propio ideal que aquel que ávidamente emplea la mentira.

Cada persona requiere un lenguaje especial. Es como utilizar un idioma diferente con cada persona. El modo de dirigirte, los gestos, las palabras y en ocasiones, las ideas. Odio al hipócrita "total", la persona maleable que actúa como tal tan solo por el hecho de no tener principios. Pero ninguno. Por ser un insulso estúpido vaya. Todos mentimos, siempre existirá la hipocresía, pero todo son segmentos con polos opuestos. Casi todo al menos se mide por su grado en esa escala de opuestos, escala propia de la orientación tipo Escher. ¿Cuál es la subida? ¿Cuál es la bajada? Más allá del bien y del mal voy.

Lo importante no es no ser hipócrita, si no no serlo de un modo arbitrario y sin medida. Yo no puedo mentir mas que por miedo, y me aterroriza hacerlo, siento remordimientos. Pretendo no tener miedo nunca, porque el miedo lo puede todo. La verdad es que tengo suerte de no preocuparme mucho por el miedo, y se lo tengo a muy pocas cosas; y esas cosas me afectan relativamente con poca frecuencia. Yo no miento alocadamente porque no puedo mentir, la autenticidad si no hay nada que la bloquée, sale sola. No puedo evitar ser el yo que realmente soy, y eso me gusta.

Sobre el motor individual

Quería cambiar y lo hice. He conocido otros mundos, pero ya me estoy agotando de ellos. No quiere decir que los abandone, aunque quizá si, o quizá por un tiempo, o a saber. Lo que sé seguro es el ahora, y ahora pienso alejarme un poco al menos. Lo estoy agotando, o al menos le he sacado el mayor partido ya. He aprendido mucho y tengo muchas cosas claras. No pretendo ser omnisciente y comprenderlo todo y ser feliz cada segundo. ¿O si? Ése es el ánimo que otorga la energía para sobrellevar cada obstáculo. Yo lo que quiero es vivir inteligentemente.

Cada cierto tiempo, y depende de las circunstancias, existen temas concretos que me atormentan o marcan en mí una fijación especial. Me importan tanto como todo lo contrario. Puedo aferrarme a cada problema casi como si me fuera en ello la vida y a la vez tomármelo como un pitorreo de la forma más caótica y punky que pueda haber. Que todo en última instancia no tenga sentido no significa que no sienta pasión. A mi lo que me gusta es el juego, los retos, el entretenimiento... de un modo lúcido, que aquello en lo que estoy sumergido tenga un destino, una utilidad, pese a que en verdad no sirva para nada; para nada mas que para la satisfacción de mí mismo.

Cada cierto tiempo, si. Van y vienen, y sólo me preocupo de jugar e ir resolviendo las cosas... ¿Para qué? Para que no se me acumulen.

Si si, para que no se acumulen y pase cada día sin estar actualizado. Hoy he leído acerca de la educación, sobre la enseñanza (lo aplico ahora en general al conocimiento y al tema que trato), y alguien que no recuerdo dijo que era como remar a contracorriente, y que cuando dejas de hacerlo, navegas hacia atrás. Es al menos curioso. Y veo a mi padre, tan lleno de buenas intenciones y sentimientos pero tan inculto, que ante muchas cosas lo veo triste y furioso. Cabreado con la incomprensión, preso de su propia ignorancia. Mi madre de otro modo también es así. Todos tenemos un grado de incultura, lo que no quiero es que ello se transforme en un problema.

Todavía hoy existen australopithecus con traje y corbata. Algo que he comprobado es que la ignorancia te hace o muy feliz o muy desgraciado y, aunque en ocasiones cuanto más conozco, menos me gustaría conocer, he de reconocer que al menos el conocimiento te abre un mundo de posibilidades y te hace libre. La ignorancia es mas simple y restrictiva, la odio aunque a veces la desée.

Sobre el juicio

Lo que digo hoy, mañana quizá no tenga sentido. Y de hecho es muy probable. ¿Cómo no pueden existir estamentos fiables entonces? ¿Nada vale? ¿Existe lo absoluto? Lejos de entrar en otras cuestiones creo que si no algo absoluto al menos si inamovible es todo lo atemporal. No se todavía de qué modo, o cual es el requisito para conseguirlo, de momento funciona el "hasta que no se demuestre lo contrario". Lo atemporal sirve en cualquier momento, es inamovible. No envejece, no se queda obsoleto.

Aplicando lo que hablo sobre el juzgar a la gente por su pasado... es algo que debe matizarse. Sí es relevante cómo ha actuado una persona en el pasado para valorarla como persona o establecer un juicio sobre ella. Lo que es absurdo es pensar que todo lo que hizo alguien, volvería a hacerlo de nuevo, en el presente. Por eso somos el presente y por ello nos diferenciamos del pasado. La condena... es muchas veces una falta de juicio y una falta de fe en la inteligencia (comprensible a veces, pero una falta). Por aquello de la comprensión en vez de la compasión. Yo entrego mi energía a la persona que me interesa, y me interesan las personas lúcidas.

Yo también hago el amor con las mentes. Yo soy atemporal como el arte lúcido, que lo mismo es.